Llegarás con los colores
que mi alma estará esperando,
luminosos,
y los fastuosos olores
de mil talluelos brotando,
majestuosos.
Me encontrarás abrumada
por un invierno sombrío,
tormentoso,
estaré desesperada,
las nubes, la nieve y el frío,
nebuloso.
Regálame el sol de nuevo,
sácame de este letargo,
somnolencia,
A ver si me desencuevo
y si a esta angustia descargo,
penitencia.
Dame flores en mi huerto
y pajaritos silbando,
atrayendo,
y cautiva me convierto,
iré a embelesos buscando,
renaciendo.
Yo guardaré los abrigos,
mis atuendos enlutados,
precavidos,
y cambiaré a esos castigos
por mis trajes descotados,
atrevidos.
Me empaparé de jazmines
con los perfumes de Francia,
olorosa,
me solearé en jardines
para color y elegancia,
vanidosa.
Y un galán con una flor
en el sábado de Gloria,
elegante,
me captará en su calor,
cambiará toda mi historia,
anhelante.
Siempre me regalas tanto,
porque me haces despertar,
romancera.
quiero el fervor de tu manto,
y quiero dejarme amar,
primavera.
Siete años y lloraba de alegría.
¡Por fin mi Papi había regresado!
La risa con mi llanto confundía,
ese sueño diez mil veces soñado.
Gloriosos pensamientos inocentes,
en mi mente regalos y besitos.
Y cuentos en que niños obedientes,
moraban horizontes infinitos.
El esperado día de mañana
un carro estacionó frente a la casa,
y yo siendo pequeña y tan liviana
en mi euforia corrí de la terraza.
Abracé y besé al hombre bien apuesto,
de repente sentí consternación,
al ver que otro marino, por supuesto,
me miraba con tanta compasión.