MI PROSA

LARVA DE PIEL

No puedo realmente decir si el inicio de este escrito es el final

o si el final de este verso es el inicio frugal de un equinoccio anverso.

 

La cronología del texto se adhiere a un pedazo de rima, verbo o sedimento.


-Donde el tiempo se aprisiona en cada larva extinta de amor.


No puedo realmente decir si tú me dejas una huella en cada atardecer

o solamente es el sol que con sus querellas
atiza el fuego que se apaga hoy en nuestro pliego.


No sé, no puedo decir... a tiempo,
solo puedo argumentar callado y
con la íntima pelvis que hilvana un atardecer:


¿Moriré sin protestar? Porque así lo quiere la vida o el destino.


¿Será la muerte mi aciago destierro?


No puedo realmente absorber:


Si el final de este escrito es el inicio que implica el percibir;
la vida es solamente transición de carne.


Un veneno que nos suele persuadir
hasta el momento cumbre; donde
el respirar se disuelve y volvemos atrás...


Al fondo del episodio que empalma tierra y necrópolis.


Atrás o allá. ¿No importa?


Sin un motivo real la vida es solamente:


Trotar descalzo, ausente de pies.


Es morir sin saber lo que realmente nos distingue
del cuadrúpedo y del erectus.


-Es heredar tus genes con todas esas impurezas
sin una pizca de tristeza. ( Hoy a las seis )


No puedo realmente decir, si somos una larva en proceso de extinción...

 

Derechos Reservados © José Joel Ríos

CIEGOS PREDILECTOS

Cuando mis vacíos externos

no conocían esotérica profundidad
y los esclavos eran mentas de la especie.
Yo creía que no existía amor.
Era solo un fuego que ardía por el resplandor del caos
que dicta un adiós ;
-elegía sobre el néctar de las cosas y
el eclipse del acto.- No sabía qué decir?

Nos recostamos si, por la fe de un creador
sin saber el termino exacto de amarnos
o si vivíamos queriéndonos en abandono casual
algo eterno.
Brotamos del mismo pensar doliéndonos algo supremo
por los vacíos del que expira en dolor.
Como si fuésemos ciegos predilectos
atados al burdel del vicio nocturnal;
viéndonos el deseo que nos unió vilmente
por todo el amor que despreciamos ahora .
No fue nacer con oxígeno en los poros;
ni menos con algas en el océano del verbo al querer.
Solo fue la causa íntima de un pobre al amarte
ni el ego del resguardo a la atroz fantasía
como si fuésemos pronostico de una lección.

Porque vivir era opción
y morir la lógica que nos arrastraba sin tregua y rechazos.
Ganando espacios poco a poco
hasta perderlo todo de un tajo. Amor.

 

Derechos Reservados © José Joel Ríos

ECO ESTE

Y me enfermas con nada soledad
estando con todo lo mío... y sin nada de ti.
Con todo lo tuyo en ausencias.
- Abrumando por casualidad esta mente absurda
que piensa y piensa con fragilidad.
-Y me implora que te busque
para saber si existes dentro de esta costumbre
que me hace titubear, sin que estés-
Indago lo verídico del viento
que sopla un aroma secreto de jueves por media noche
desmembrando cierta intimidad.
Soledad es un abismo
que nos hunde en abstracta humildad
o irreal tendencia.
Talvez es un grito que me separa por milésimas
del éxtasis de tu perfume o que se yo.
-La verdad de estar allí
donde tu beso se hace gasa
que arropa mis labios. Atrapándome en letras
por esa discrepancia al no sentirnos en distancia literal.
Delato mi ausentismo diría.
Porque ya no te toco en realidad. Ni tocas mi locura.
Y la idea que me separa del yo.
Corre por las arterias del nos, donde morimos hambrientos al saber
que distantes vivimos, sin los dos.
Ahora soy frágil como un sorbo de sangre
que no bebe ni el mártir,
ni lo eterno de esta guerra interior
que progresa en dilemas. Y...
solo corrompe las venas del que admira una tristeza
al pasear tus huellas sin pisarlas más.
Es la secuencia de sobrevivir
con un atuendo de carne hilvanado al vicio
y la idea del que no sabe cuando ha dejado de ser él.
Podría decir
que no vivo ya sin ti al igual que antes...
podría decir que morí hace tiempo
sin siquiera existir.
Podría decir que la muerte es beneficio
cuando el alma iliterata de recordar ya no quiere instruirse.

 

Derechos Reservados © José Joel Ríos